El IES Ben Arabi, a través del Programa de Educación para la Salud, se ha propuesto participar en el “Proyecto Salvavidas”. Este proyecto es de interés sanitario y cuenta con el aval de diversas instituciones, como la Sociedad Española de Medicina y Seguridad del Trabajo. Su finalidad es concienciar a la población en general de la importancia de hábitos saludables para la prevención de la muerte súbita y ofrecer instrumentos útiles para combatirla, creando Espacios Cardioprotegidos mediante la adquisición, por parte de los participantes, de un desfibrilador automático y un curso de formación homologada para su uso por parte del personal docente autorizado.
La financiación de este desfibrilador se va a llevar a cabo a través de la venta de unas mil pulseras solidarias, al precio de 3 euros cada una, que podrán ser adquiridas en nuestro Centro por cualquier miembro de la comunidad educativa: alumnos, profesores, padres o cualquier persona que pudiera estar interesada. El importe íntegro de las mismas se destinará a la adquisición de los materiales necesarios para establecernos como espacio cardioprotegido.
La existencia en el centro de un desfibrilador y una formación adecuada sobre su uso puede salvar vidas en situaciones de urgencia. Los desfibriladores semiautomáticos para personal no sanitario en lugares públicos, así como la formación en las técnicas básicas de recuperación cardiopulmonar, consiguen salvar a un elevado porcentaje de las personas que sufren un paro cardiaco ya que para ello el desfibrilador debe llegar en los cuatro primeros minutos. En países de nuestro entorno se encuentran presentes en todos los edificios públicos y privados con una afluencia de más de mil personas al día.
Por todo ello, os animamos a todos los miembros de la comunidad educativa a poner su grano de arena en este proyecto adquiriendo cuantas pulseras solidarias deseéis e informando a aquellas personas que creáis que pueden estar interesadas.
Las muertes por parada cardio-respiratoria representan un problema de primera magnitud para la salud pública. La mayoría de las muertes súbitas son debidas a cardiopatías isquémicas que originan arritmias letales. El mejor tratamiento para las personas que padecen una parada cardiaca es la aplicación precoz de una serie de acciones que se denominan “cadena de supervivencia”.
Una de estas acciones sería la aplicación de un desfibrilador. Las evidencias clínicas y científicas ratifican que la desfibrilación temprana es la respuesta sanitaria más adecuada para este grave problema de salud.
La aplicación de la desfibrilación es segura si se hace con los desfibriladores externos semiautomáticos, que hace posible que la realice personal no médico autorizado después de haber realizado una formación específica.