El viernes 8 de febrero y dentro de la II Semana de Cine Espiritual, los alumn@s de 1ºAF, 1ºBF y 1ºC de secundaria que cursan Religión,  fueron a ver la película “La invención de Hugo”.

Nos parece sugerente el doble sentido, el más inmediato que reconoce el valor del cine como medio expresivo y comunicativo, pero también se abre una segunda interpretación donde se apunta la presencia de la fe en el cine.

Se puede plantear que toda buena historia de aventuras es una elaboración agitada, turbulenta, inesperada, sobre la capacidad humana para mantener la persistencia y el intento, a pesar de las circunstancias agobiantes. Esa es la fuerza que llevó a Méliès a transitar, aventurera y creativamente, por el mundo del cine. Le duró muchos años, para fortuna del cine, pero se agotó cuando esa magia interior se fue diluyendo ante la dureza del tiempo y la frialdad de la economía, de la competencia y del comercio. Para que ello suceda, vale la pena inspirar al niño, sugerir e invitar, creerle. El amor es un elemento esencial para resolver situaciones conflictivas en forma inspiradora.  Se logra a través de miradas amorosas, de sonrisas confiadas, como bien se enseña en un momento singular del filme, en el cual Gustavo, el inspector de la estación, se deja llevar, hasta descubrir que aún los seres gruñones pueden amar y sonreír y que, en verdad, ello da lugar a transformaciones.

Armando Meca

Profesor de Religión

 

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